La exposición constante de los peces de cultivo a diferentes virus, determina que su sistema inmunológico antiviral deba estar alerta y funcionando. Utilizando diversas tácticas, los virus son expertos en esconderse de la detección inmunológica y en evadir las defensas del organismo. En los peces, el centro del mecanismo inmune innato antiviral en los órganos internos se centra en la producción de interferón tipo I (IFN-I) y sus acciones como una señal de "alerta temprana" secretada desde la célula infectada a las células del entorno tisular.